Cilindros Lavadores

Cilindros Lavadores

Descripción

Los Cilindros Lavadores son equipos de construcción robusta destinados al lavado enérgico de rocas, gravas y minerales de granulometría gruesa, contaminados por la presencia de aglomerados y arcillas.

Por su eficacia y alta capacidad de tratamiento. Los Cilindros están especialmente indicados para disgregar los aglomerados y homogeneizar el producto de alimentación. Por su alta eficiencia y capacidad son el equipo ideal para realizar un tratamiento primario en el lavado de áridos y minerales de baja calidad con arcillas adheridas y alto contenido de solubles y en la disgregación de aglomerados.

Funcionamiento

El Cilindro Lavador consiste en un cilindro o virola construida en chapa de acero de considerable espesor, provisto en su interior de un revestimiento resistente a la abrasión, generalmente goma moldeada o acero aleado, normalmente desmontable apoyado sobre neumáticos que además de soportar el cilindro le imprimen un movimiento rotativo sobre su eje longitudinal. En su interior el cilindro está provisto de una serie de elementos internos que provocan el volteo y movimiento final de los sólidos hacia el extremo de salida.

El material bruto a tratar, se alimenta por un extremo del cilindro, junto con el agua necesaria para efectuar el lavado y la puesta en pulpa del material. Durante su permanencia en el cilindro se consigue la disgregación de los aglomerados, el lavado de la superficie externa de los sólidos, consiguiendo al mismo tiempo una perfecta homogenización de la mezcla sólido-líquido. La boca de entrada suele tener un diámetro ligeramente inferior a la boca de salida para que el material pueda salir principalmente por gravedad

La acción de barras elevadoras y paletas de avance, situadas en el interior del cilindro, de diferentes tipos o disposiciones, según la dificultad del producto a tratar, crea un movimiento de cascada del material, el cual genera unos grandes esfuerzos de fricción entre el material y la pared del cilindro, así como entre las propias partículas del material de alimentación, liberándose las partículas finas y arcillas adheridas a las fracciones más gruesas.

La atrición a que es sometido el material en el interior del cilindro genera en las fracciones más gruesas un efecto de auto-molienda, que ayuda a la disgregación de aglomerados o terrones, especialmente cuando el cilindro trabaja con un gran volumen de llenado.

El efecto de lavado y disgregación del material es función directa del tiempo de residencia del material en el interior del cilindro, disminuyendo la capacidad de tratamiento cuanto mayor sea el tiempo de permanencia.

Aplicaciones

La principal aplicación de los cilindros lavadores es el lavado primario de rocas y minerales, para disgregar aglomerados arcillosos presentes en el material bruto que causan problemas en los procesos posteriores así como para lavar la superficie de las rocas eliminando arcillas y/o materiales solubles que las contaminan.

Otra aplicación de gran importancia es la disgregación de materiales brutos aglomerados para liberar las partículas gruesas contenidas dentro de ellos, o bien simplemente para disgregar materiales de naturaleza arcillosa, lo que representa un proceso neto de atrición.

Finalmente otro proceso que puede ser realizado por un cilindro lavador, es como un reactor en continuo realizando un proceso físico-químico, por un lado disgregando el material y por otro lado disolviendo los diferentes materiales que componen el material de alimentación. La gran aportación del cilindro lavador a este proceso, es que puede aplicarse temperatura, así como se pueden manejar cualquier tipo de pulpas, ácidas o básicas